CLICK HERE FOR BLOGGER TEMPLATES AND MYSPACE LAYOUTS »

Thursday, May 24, 2007

Esperando la lluvia

Aloha de nuevo, una vez más me encuentro frente al monitor de mi computadora, contemplando la eternidad y sus posibilidades. En fin, basta de desvarios (al menos de los que no importan aquí). Antes de empezar la entrada de hoy, quiero hacer una advertencia a quien esté leyendo esto: lo que ud. va a leer a continuación es simple y sencillamente una ocurrencia que tuve el Sábado de Gloria del presente año. No pretendo ofender las susceptibilidades de los creyentes y fieles religiosos alrededor del mundo; bien puede ser sólo un fenómeno climatológico o una coincidencia de la vida, sea cual sea la respuesta espero puedas leer esto con objetividad y un poco de humor.

Resulta que andaba yo en Plaza Universidad, pretendía irme a sentar por ahí a leer un libro y acabé por meterme a Mixup a ver DVD's (soy fan del cine y qué). Mientras caminaba por el centro comercial con mi bolsita blanquiazul con Lost Highway y Blue Velvet dentro, empecé a recordar mi infancia y los tiempos en los que solía ser un pseudocatólico (como el 90% de los que rondan el mundo). Entre miles de recuerdos de aquellos tiempos y mientras observaba a las multitudes hacinadas en el food court del lugar, vino a mi mente un detalle interesante sobre las fechas en las que estábamos.

En primer lugar, siempre me pregunté a mí mismo "mí mismo ¿por qué la gente llora la muerte de Jesús Cristo si, después de muerto, resucitó y se convirtío en algo mucho más significativo y grande de lo que alguna vez fue en vida?" No sólo el buen Jesús demostró que nadie pudo con Él, sino que al mismo tiempo, quedó irrefutablemente claro que era el hijo de Dios y que ascendió para posarse a la derecha de su progenitor.

En fin, esa es una de mis tantas preguntas sobre la religión que nadie me pudo contestar...

Pasando a lo siguiente, recordé que en ese día solía llover aunque fuera un poco. Siempre se me dijo que era por cuestiones de la fecha emotiva que se recordaba, que el día en que Cristo fue crucificado llovió cuando iba a morir -o cuando murió la verdad es que ya no me acuerdo muy bien- el caso está en que llovía en esa fecha.

Ahora bien, desde hace años y si mi memoria no me falla, ya no llueve ese día. Seguro toda la gente se moja y causa grandes carencias de agua fresca en las ciudades pero, a quién le importa, la celebración es lo que cuenta. Pero, ante todo esto ¿por qué ya no llueve?

Se me antojan dos teorías al respecto; la primera puede ser que ese fenómeno se haya terminado por causas del calentamiento global, derretimiento de los polos o yo qué sé qué cosa que tiene a los activistas de Greenpeace histéricos (no se ofendan muchachos, estoy con uds. pero no igual que uds.); la segunda -y verdadero motivo de esta entrada- tal vez ya no llueva porque simple y sencillamente estamos haciendo algo mal y el Redentor no está complacido, tanto, que ha dejado de reafirmar la fe de sus feligreses y los deja en duda al no mandar unas cuantas gotas desde sus aposentos en el cielo.

Esta posibilidad, me remite a otros casos en los que alguna deidad se ha ido y prometido regresar; Buda (única expcepción que se me ocurre) ha cumplido y por eso tenemos al Iluminado, es decir, el Dalai Lama; Quetzalcoatl prometió regresar y resulta que lo más parecido a su retorno eran un montón de barbones ibéricos que trajeron peste, carestía y conquista a los pobres nativos que creyeron estar en presencia de dioses; tanto Odin, como Cristo, están esperando el Ragnarok (Apocalipsis) para hacer su intempestuosa entrada triunfal y redimir a los fieles y castigar a los infieles.

Todo esto mientras Alá hace de las suyas y tira las Torres Gemelas, rapta reporteras italianas y provoca un caos no visto desde hace algunas lunas (y nosotros pensando que era el mismito Diablo, ah que trinche Alá y sus seguidores, tan graciosos ellos).

En fin, regresando al punto, la carencia pluvial que he detectado hace ya rato se me presenta como un posbile abandono por parte de Aquél. Una lección o castigo del Pantócrator por dejar de creer en su existencia (yo culpo a los fanáticos y a la Iglesia) y abandonar sus caminos. O bien, puede que sólo sea la prueba fehaciente de lo que muchos temen y pocos quieren siquiera contemplar: la siempre presente e inevitable posibilidad de que en realidad estamos solos y no hay una fuerza divina detrás de todo esto.

¿Generáción espontánea? ¿Alienígenas? o cualquiera de sus similares, tal vez Ron L. Hubbard tiene razón y la Cienciología es la respuesta...

Sea cual sea, me quedo con lo que vivo, pienso y creo. Con respecto a todos uds. allá afuera, creo que es bueno tener fe en lo que quieran y que esperen lo que quieran para el futuro, sea la salvación, la condenación, o lo que más les plazca. Dicen que hombre sin dios no es hombre y estoy de acuerdo, así que lo dejo a sus bondades. Sigan esperando, algo llegará...

"You have your way, I have my way. As for the right way, the correct way, and the only way, it does not exist"
- Friedrich Nietzsche

1 comments:

bfheymann said...

Siempre he creído primero en mí, luego en mí y después en mi. No es egocentrismo ni egolatría, es que Dios está dentro de mí. O quizá no, pero eso dice la religión católica. Y la mía es la católica lite, funciona mejor y tiene los mismos resultados sin tanto golpe de pecho